Por qué hacen falta profesionales de la filosofía en los comités de ética

En Granada di una clase pero también grabamos una sesión sobre profesionalización de la filosofía y una breve conversación con Elvira Pertega, en la que tal vez yo hablé de más:

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Creo que merece la pena continuar con este tema, porque aunque la pertenencia a un comité de ética no es una profesión en sentido estricto (la filosofía sí), en torno a los comités hay oportunidades laborales para filósofas/os. Estas nuevas salidas amplían nuestras vías de profesionalización, tradicionalmente orientadas hacia la docencia universitaria y en secundaria, pero no están institucionalizadas como ellas, no son inmediatas, sino que hay que crearlas. Para ello, la mejor vía que conozco es precisamente la investigación. Al investigar (a nivel pre y post doctoral) podemos descubrir oportunidades de crear servicios especializados en los que trabajar como profesionales de la filosofía.

Un andamio para construir valores

Este mes de diciembre colaboraré con un grupo de trabajo formado por profesionales de Osakidetza en una innovadora actividad formativa. A partir de su experiencia y compromiso con los valores de la sociedad guipuzcoana, vamos a adquirir las competencias necesarias para diseñar una intervención mesoética centrada en el Hospital Donostia. Este es el plan que propongo para la primera reunión. Continue reading

50 años de bioética

Aunque el término no estuviera en circulación, muchos sostenemos que esto de la bioética comenzó hace medio siglo, cuando el famoso comité de legos de Seattle. Ya lo hemos mencionado aquí, pero por si acaso recuerdo algunas fechas señaladas (en mi libro Bioética para legos).

  • 1962: Se da a conocer un comité (creado en 1961 en Seattle, estado de Washington) para decidir qué pacientes tenían preferencia para beneficiarse de la entonces reciente máquina de hemodiálisis.
  • 1966: Henry K. Beecher publica un artículo denunciando 22 casos que violaban de alguna forma los criterios éticos básicos en los estudios clínicos con sujetos humanos.
  • 1967: Los primeros trasplantes de corazón plantean el problema de cómo definir la muerte; en 1968 se publican los criterios de Harvard para el cese irreversible de las funciones cerebrales.
  • 1969: Luis Kutner publica un artículo proponiendo el “testamento vital” [living will] para facilitar los derechos de los enfermos terminales a controlar las decisiones que afectan a su cuidado médico.